domingo, 1 de mayo de 2011

Cómo me jode que me cobren las bolsas

Hoy he soñado que cuando la cajera del Mercadona me preguntaba si quería bolsas pagando, decía Mary Ché tres veces y la choni empezaba a echar espuma por la boca.

Sin embargo, como cuando el ataque epiléptico terminaba aún no había conseguido abrir la puta bolsa, tenía que pagarla y pedirle que me la abriese con esas manos llenas de oro y uñates exagerados. Luego salía del supermercado y la bolsa (que tiene una calidad de mierda, ni siquiera son como las del Dia) se rompía, por lo que el caldeau de los ajetes y las aceitunas me salpicaba quedándoseme impregnado un intenso olor a vinagre del que no me he deshecho hasta despertar.

Neguémonos a pagar las bolsas, que estamos haciendo el gilipollas y comprando cosas que van a ir directas a la basura me siento como aquel adolescente cuyos condones sin usar tenían igual destino.