domingo, 4 de julio de 2010

Los miniboys

Debido a mi corta edad, las despedidas de solteros no son un tema para el que tenga mucho carrete. Sólo he ido a una y tras recibir el impacto de una bola de pintura en el testículo derecho los recuerdos sobre ese día no son todo lo buenos que quisiera.

Esto no es para nada de recibo porque lo suyo es que al que se putee es al novio y no a los invitados. Por ejemplo, cuando pasé por Paris, delante de Notre Dame, un grupo de holandeses rumbosos hacía esquivar conos a un novio que vestido con un tanga y chuzo perdido, no acababa de cogerle el tranquillo a los patines de cuatro ruedas. Las costras le tuvieron que durar hasta la boda y aunque lo mismo genera algún que otro rencor, esto apunta más a lo que yo entiendo por una despedida en la que el objetivo de las putadas sea el novio.

Fuera de la violencia física, también hay muchas alternativas como las pujantes go-gordas o como en este caso vengo a hablar, los miniboys.

Si tienes un amigo que vaya a encasarse dentro de poco, sugiero que eches una ojeada a http://losminiboys.com/ donde podrás encontrar una amplia gama de servicios, desde el enano esposado, al clásico streaptease o a los "enanitos travelos". En la web recuerdan que están disponibles para todo tipo de celebraciones: "Aniversarios, divorcios, Fiestas, cumpleaños"... ¿divorcios? Ya hay que ser hijo de puta, que te deje tu mujer y encima tus amigos lo celebren con una fiesta sorpresa en la que Chiki de requetonee.