Esto no es para nada de recibo porque lo suyo es que al que se putee es al novio y no a los invitados. Por ejemplo, cuando pasé por Paris, delante de Notre Dame, un grupo de holandeses rumbosos hacía esquivar conos a un novio que vestido con un tanga y chuzo perdido, no acababa de cogerle el tranquillo a los patines de cuatro ruedas. Las costras le tuvieron que durar hasta la boda y aunque lo mismo genera algún que otro rencor, esto apunta más a lo que yo entiendo por una despedida en la que el objetivo de las putadas sea el novio.
Fuera de la violencia física, también hay muchas alternativas como las pujantes go-gordas o como en este caso vengo a hablar, los miniboys.
Si tienes un amigo que vaya a encasarse dentro de poco, sugiero que eches una ojeada a http://losminiboys.com/ donde podrás encontrar una amplia gama de servicios, desde el enano esposado, al clásico streaptease o a los "enanitos travelos". En la web recuerdan que están disponibles para todo tipo de celebraciones: "Aniversarios, divorcios, Fiestas, cumpleaños"... ¿divorcios? Ya hay que ser hijo de puta, que te deje tu mujer y encima tus amigos lo celebren con una fiesta sorpresa en la que Chiki de requetonee.
