En ese momento en que echaba por la borda toda una rigurosa investigación, vino a mi mente una frase que recién ingresado en la universidad cuajó un gran éxito entre el selecto grupo de intelectuales que al final nos hemos acabado haciendo amigotes: "Vete a recoger mierda".
El que quiera una ciudad autónoma, enana y empastada en Italia tendrá que seguir conformándose con el Vaticano.