miércoles, 3 de noviembre de 2010

La audiencia de Intereconomía prefiere McDonald´s

Hace poco más de un año, unas chinas limpiadoras limpiaron en un albergue de Dublín todo el dinero que llevaba para el viaje y estuve alimentándome varios días fundamentalmente a base de McDonald´s porque aceptaban pagar con Carné Joven. De vuelta a España, decidí no parar en una buena temporada por el restaurante del payaso y tras probar este verano en Berlín la hamburguesa de salchichas, el otro día confirmé mi reconciliación clavándome un menú pura alegría coronaria para amigarme con el tío Ronald. Cuál fue mi sorpresa, cuando acababa con la bebida en el coche, que me di cuenta de que McDonald´s ha tomado una curiosa decisión para evitar riesgos con vistas a ser intachable a ojo de las autoridades: poner instrucciones en el bote de la bebida para que la gente sepa usar el complejo sistema que, temerarios ellos, han propuesto desde hace años sin ninguna clase de indicación.



Esto, sin duda, me parece una medida que en caso de carecer de ironía, es ya de primeras profundamente democrática. Además, buscando las verdaderas causas del hecho, he hablado con mi amigo el que tiene la cinta de Ricky Martin en Sorpresa, Sorpresa y me ha contado off the record que todo viene porque un hombre que pasó por el McAuto se llevó el menú a casa y distraído con Intereconomía se metió la pajita por la nariz hasta el cerebro, causando esto graves daños neurológicos que se sumaron a los ya arrastrados previamente por el sujeto. Por eso, Los de McDonald´s decidieron cubrirse las espaldas y tratarnos a todos como a la audiencia de esta emisora, dado que es un medio en claro crecimiento y dentro de poco una gran parte de españoles podría estar metiéndose la pajita por el agujero que no es.

De todas formas, si mi colega miente y no lo han hecho por eso, me sigue decepcionando la maniobra que McDonald´s lleva a cabo desde hace tiempo en plan empresa sostenible: Instalando retretes que no usan agua pero seguro que gastan luz para decirte con un cartelito lo ecológicos que son, con envases de cartón reciclables que seguro no tiran al contenedor amarillo y dando el coñazo con su fábrica paradigma de control y calidad en Toledo que debe de haber sido derruída por el Pocero para hacer pisos ya hace tiempo.

Lo que no sé es si Burger King tiene pensado reaccionar. Yo creo que no van a hacer nada, que no es su estrategia porque ellos ya son sostenibles a su manera. Qué mejor que irse sin tocar la cadena del asco que da para ahorrar agua, envolver las hamburguesas con papel y no necesitar alardear de controles de calidad porque abrasando las hamburguesas en el microondas para que sepan como si se hubiesen frito en una acera cordobesa en pleno agosto, no hay microbio que resista.

PD: Me están digitalizando la escena del perro con Ricky todavía dentro del armario. En cuanto lo tenga prometo subirlo al blog.