martes, 28 de junio de 2011

Sé libre, Marta


No me mires con esa cara, Marta.

Coge el dinero de las fotos y compra un par de billetes de avión que te lleven a Nueva York haciendo escala, que te saldrá más barato. Cuando llegues, pregunta al taxista cuánto te costará el trayecto para que no te time y pídele que te lleve directa al centro de Manhattan.

No guardes tu fajo de dólares y cómprate un perrito en el primer puesto ambulante que veas. Que te eche mostaza para que sepa a algo. Disfrútalo.

Los Pretzel del mostrador de hojalata, no puedes volverte de Nueva York sin probarlos. Agarra uno que tenga muchos tropezones de sal porque si no, vas a masticar corchopán. Decepcionada con su sabor, pregunta a ese policía tiernito que vigila la entrada de la biblioteca dónde se ha pillado el batido. Ve a ese Dunkin Donuts y acompáñalo de una pizza, también venden. Chúpate los dedos que los tienes finos.

Sigue gastando en la oferta de 3x2 de donuts de la tienda de enfrente, están más buenos que los franquicia y llevan más pringue. Coge de los rellenos y que no tengan agujero, que llenan más. Date el gustazo. Límpiate las boceras con la bolsa de papel reciclado empapada de grasa donde te los han metido.

Mira a ver si en el Subway es el día del bocata de albóndigas. Píllatelo si puedes y cómetelo mirando al Hudson. Alcanza al camión de los helados y pídele que te moje el cucurucho con la natorra en chocolate caliente para que se quede durico. Que te lo reboce en cacahuetes antes de que se enfríe del todo para que se estén bien pegados. Prueba las hamburguesas del Wendy´s, los cannolis de Little Italy, ve a un buffet libre, come palomitas de mantequilla viendo perder a los Knicks y haz gárgaras con una botella de 3 litros de Coca-Cola. Entra en la tienda de m&m´s y come todo lo que puedas deambulando sin comprar nada, lo hacen todos los españoles.

Cómprate tres billetes de vuelta a España y el año que viene vuelve a posar para otra clínica que prometa ser la solución definitiva. Gasta el dinero de tus fotos otra vez en Nueva York y disfruta, joder, que eso es el paraíso.

Sé feliz, Marta. Sé libre.