martes, 19 de enero de 2010

Guarrerías a priori I

Desde que el Plan Bolonia me sentase en la silla el día de Reyes he tenido un montón de tiempo para reflexionar mirando a la cortina. De este modo, me he decidido a inaugurar una nueva especie de sección que bautizaré como "guarrerías a priori". Creo que es evidente que la llamaré así porque incluiré temas tachados por la mayoría como marranadas de campeonato pero cuya práctica se comprueba que produce enormes dosis de felicidad. Aunque caigáis en la suposición de que las practico yo mismo debido a redacciones personales, no tienen por qué ser todo experiencias mías. Por ello, os animo a que cuando establezcáis contacto conmigo me contéis vuestras guarrerías a priori para que a través del blog las podamos disfrutar todos.

Después de esta introducción en el tema, me gustaría comenzar por contaros que durante las largas horas de estudio en casa*, algunas personas intentamos también malgastar el tiempo en prácticas alejadas del onanismo tratando de atender un poco más a la higiene. En concreto, hoy me complace poder ofreceros un consejo valiosísimo para mantener limpias vuestras cavidades auriculares.

Nunca lo oí de pequeño, pero en los últimos tiempos he escuchado a un montón de médicos decir que lo del bastoncillo de algodón es una puta mierda de remedio para eliminar el cerumen. Resulta ahora que, después de cuatrocientos o quinientos años utilizando los palitroques esos para sacarnos la roña del oído, sólo la meten más para adentro. Quién lo hubiera imaginado...

Pues bien, no se os ocurra malgastar el euro del carro de la compra en Audispray ni mejunjes similares porque lo que tenéis que hacer si queréis conservar vuestro oído en perfectas condiciones es, además de no ir más a la Goa, seguir las siguientes indicaciones:

1- Disponer de un bolígrafo marca Bic. Azul, negro, rojo o verde, el color da igual, aunque si mientras estudiáis tenéis a mano un Bic verde no os merecéis seguir leyendo.

2- Quitarle la tapa e inspeccionar que la parte más estrecha no esté deteriorada por mordiscos que dañen el plástico para no acabar con la oreja hecha una costra.

3- Introducir la parte fina con prudencia hasta que notéis que toque pared, no el tímpano.

4- Realizar con delicadeza un movimiento excavatorio aprovechando el ángulo de la cavidad tapil.

5- Extraer la tapa y limpiarla en un pedacito de papel higiénico del tamaño de los que dice Shakira que usa para limpiarse cuando se sienta en el trono.

6- Repetir la operación si se cuenta con dos orejas. Después, tirar el papel a la basura y esperar unos días para volver a realizar la operación.

Hasta aquí el consejo de hoy. Espero que mañana seáis más felices.

*Las "guarrerías a priori" no son aptas para llevarse a cabo en lugares con público.