viernes, 19 de marzo de 2010

La fregona no es una opción

Entras y cierras la puerta, levantas las dos tapas y te situas un poco lejos del inodoro para empezar a calcular la parábola. Sabes que la primera oleada va a ir siempre fuera, pero la opción de ponerte de puntillas torciendo mucho el cuello para ganar dirección es susceptible de provocar subidas de gemelo mañaneras que descontrolarían el chorro totalmente.

Al final siempre pasa que se te sale un poco y en los mejores casos lo limpias con papel higiénico. Los tíos somos mucho de limpiar también la cerveza con servilletas o la sopa que se te cae en el metro que hay de la encimera a la mesa con papel absorbente. Lo de ir a por el cubo de la fregona nunca es una opción.

Hoy me he dispuesto a realizar la función y cuando me estaba dando cuenta de que no había hecho bien las cuentas se ha caído la primera tapa del retrete. Me he pegado un susto cojonudo y la he meado un poco pero ya dije el otro día que no soy amigo de interrumpir la micción. Mi intención era seguir con la operación pero dos segundos después se ha caído la segunda tapa y me he visto meando en un inodoro cerrado, poniéndolo perdido de pis por fuera salpicando la pared y el suelo.

Lo de mear en un retrete cerrado creo que ya lo había hecho alguna otra vez pero en algún bar donde la tapa no permitía ninguna clase de contacto. Hoy ha sido diferente porque estando en hogar ajeno estas cosas no son de recibo, así que al final he cogido el rollo de papel sintiendo un quemazón importante por haber cortado la primera regada del día. No ha quedado precisamente para comer en él, pero sigo manteniendo que la fregona no es una opción.