miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ideas "al taglio" y/o recalentadas


Presento a continuación una serie de ideas que me inquietan desde hace una temporada:

No sé si es cosa mía, pero cada vez que hay un descanso en la Champions League tengo la sensación de que Gladiator me vende cerveza Heineken. Además, en otros momentos, la voz española que dobla a Russel Crowe (que a su vez lo hace con Sean Bean o Daniel Craig) me ofrece seguros Axa y el otro día me pareció oirla también en un anuncio de detergente o algo así. Desconozco si hacen falta dobladores en España, pero creo que si esto sigue así al final voy a tener pesadillas con el borrachuzo de Russel.

En segundo lugar, me llama bastante la atención que en la línea siete del Metro de Madrid la estación cercana al Estadio de La Peineta se llame “Estadio Olímpico”. A Madrid no le darán los Juegos Olímpicos ni enfrentándose a Cagliari en la final de la votación, así que ya es hora de quitar ese nombre porque cada vez que lo veo en el plano de Metro me pongo malo pensando en que el lunes pasado el cabrón del Alcalde me pasó el recibo del maldito impuesto de la basura.

Me gustaría saber también por qué huevos se venera a la “Pizza al taglio”. Mi razón no alcanza a entender por qué a la gente se le hace el culo gaseosa con este tipo de pizza, que es putamente normal pero recalentada. Entiendo lo de al taglio por la funcionalidad de los pedazos individuales, pero que no me jodan con que está más buena que la recién hecha. Lo suyo sería llamarla pizza recalentada o recalentuti, coño, y no venderme la moto con un cacho de pizza chicloso que al minuto está frío y cuyo queso no se estira porque podría llevar fundido un par de meses.

Para terminar, me gustaría añadir una encuesta anónima acerca de las costumbres de las personas que visitan el blog porque el otro día una serie de sujetos trató de hacerme sentir extraño al decir que debajo del pijama me pongo calzoncillos. A mí eso de dormir con la misma gotica de pis todas las noches en el pijama me parece una marranada, así que, como habitualmente me cambio de ropa interior a diario (habitualmente, he dicho), no suelo tener ese problema y mi aparato no roza con orina de días anteriores durante la noche. Y no voy a entrar a fondo en la materia porque sacar el tema del acartonamiento sería hundir a los partidarios de esta práctica tan poco higiénica.