domingo, 29 de noviembre de 2009

Viendo el derby como un señor en el salón de casa gracias al fantástico pack de Imagenio, he tenido la oportunidad de elegir entre escuchar el partido por la televisión o encender la radio. Si el partido hubiese caído en sábado me hubiese levantado a encender el radiocasé, pero como es domingo y el aparato no tiene mando a distancia he optado por no moverme del sillón y que los comentaristas de Gol TV me deleitasen con sus interpretaciones de los lances del juego. Junto a una voz desconocida, Víctor Muñoz y Julen Lopetegi han sido los especialistas elegidos para la ocasión.

Para empezar, el Míster en paro Víctor Muñoz me parece un tío con dos dedos de frente. Como aún no se le ve muy rodado no dice casi tonterías y se limita a ejercer su papel comentando el aspecto técnico del encuentro. Es curioso porque a Víctor se le nota el cazo de boca ese que tiene hasta sin verle la cara. Y es que para ser maño, el tipo tiene una mandíbula que podría presumir de una denominación de origen puramente pelaya.

Por otro lado, Julen Lopetegi es más de la escuela de Salinas, de la misma generación y de la misma zona también. Para llamarse Julen le pega bastante mejor a la palabra que Guerrero, que es el peor exfutbolista reconvertido a comentarista que habrá jamás con permiso del pedante de Butragueño. Lopetegi se desenvuelve con soltura, aunque de vez en cuando también cuenta alguna historieta de difícil digestión. Como entrenador creo que va a estar más tiempo sin ejercer que Víctor Muñoz, pero en líneas generales no se me atraganta.

Todo esto no tiene mucho que ver con el partido, así que no voy a plantear a estas alturas que el Madrid se haya merecido más o que a Casillas le van a torturar con lo del retrovisor. Lo que sí voy a decir es que, aunque no me las pueda dar de vidente, mi pronóstico de que Guardiola no llegaba a 2010 con pelo se ha cumplido y que esta entrada sólo la he hecho para colgar el vídeo de la galleta que se pegó Lopetegi ilustrando al personal en La Sexta. Por cierto, a Raúl el banquillo le sienta estupendamente, así que si yo fuera Florentino iría pensando en hacerle uno hipobárico. Eso sí, como rinda igual en el banquillo hipobárico que en la cama veo a Dudek embarazado antes de Navidad. Ale, a disfrutarlo que se me va de las manos.