martes, 22 de diciembre de 2009

El Gordo y el idiota

Todos los años a estas alturas tenemos que ver a un idiota en la televisión asegurando conocer el número premiado del Gordo de la lotería. El tío mete un papelito en una urna y hasta el día siguiente no se le pone en los huevos abrirla. Cuando lo hace, siempre acierta, luego todos le aplauden y aún no entiendo por qué el regidor les anima a hacerlo si haber perdido la oportunidad de forrarte es ser un auténtico capullo y no un crack. Este momento es muy especial porque es uno de los pocos capaces de poner de acuerdo a un país entero cuando a todos se nos pasa exactamente la misma pregunta por la cabeza. Vamos, como si Raúl falla un penalty.

La otra pregunta típica del veintidós de diciembre es ¿qué, te ha tocado algo? A lo que se puede contestar también típicamente con "pues no, no ha habido suerte" o variar con un "sí, la lotería me toca los cojones".

Yo pertenezco a los que gustan de emplear la segunda opción de respuesta y a pesar de que este año he pisado muchas más mierdas que gatos negros me he cruzado, no me he visto con fuerzas para pulirme veinte eurazos en un boleto. Sé que si no compro no me tocará nunca, pero soy más de perder el dinero en el bingo con los amigos. Aunque este juego es menos enriquecedor económicamente hablando, creo que tiene más emoción, es más entretenido y además siempre tienes a mano al premiado para darle una tollina.